Este viernes, un relámpago quema el horizonte en los poemas de Johana Casanova (Colombia, 1991). Poeta, tecnóloga en control ambiental, actriz teatral. Ganadora de la Beca de poesía en formato audio libro de la Gobernación de Antioquia 2017. Ganadora de la beca de circulación internacional de la Secretaría de cultura Ciudadana de Medellín 2018. Ha participado en el Festival de Poesía de la Habana, Cuba, el Festival Internacional de poesía Ignacio Rodríguez Galván y el Festival Internacional de Medellín, así como en diversos encuentros nacionales. Su obra ha sido traducida al inglés y al francés.
Una leve vibración toca sus caras
sabiduría herida
al despertar dejan al aire pequeñas sonrisas ilusorias
y la sangre derramada reclama la memoria
de los que aún pueden entonar un grito
Sol austero
En cada lugar se esconde
un poco de luz invernal
mientras la noche
secuela del verano
nos bautiza hijos
¿Quién trae al sol
de las sombras?
Garras que brillan
rasgaron la piel
hasta quedar en llamas
Espíritus
Entre nosotros se desliza la niebla
las alas de los pájaros brillan
un nuevo abismo
Frías miradas
Recostarse en los huesos del otro
ciegos
miradas de hielo agrietan el corazón
y olvidan que ya hemos roto el espejo
No iremos a ningún lado, sin embargo
en las garras del relámpago
nos sentimos seguros de la muerte
Memoria
Bajo el cielo nocturno, un cristal nos hiere
Una luminosa trama nos abraza
en el despertar del tiempo
Cerrar los ojos como un abismo de cristal
ante un dios oculto
Nunca nos esperó el edén con su silueta dorada
ya no quiero palabras, solo el silencio del mar
casa hecha de luz atardecer
casa hecha de nube oscura
Dichosos quienes van por el sendero del silencio
La nube de la memoria, siempre estará en la puerta
Sombras
No sabemos
por qué la vida nos desvela
el tiempo se hace rápido
todo cae en un vaso de agua
tal vez en la huida está el descubrimiento
Perdidos, casi ciegos
nos quedamos entre las nubes de la noche
solo queda el ardor de los pensamientos
y un relámpago quema el horizonte
Retornar para ver el firmamento
y el pavor de las sombras que pasan
Si en la noche una brisa apaga la vela,
enciéndela—
contemplar la oscuridad
es de dioses.
